Los vuelos largos pueden ser emocionantes porque te acercan a destinos increíbles… pero también pueden volverse eternos si no vas preparado.
𝟭. 𝗘𝗹𝗲𝗴í 𝗯𝗶𝗲𝗻 𝘁𝘂 𝗸𝗶𝘁 𝗱𝗲 𝘀𝘂𝗽𝗲𝗿𝘃𝗶𝘃𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮 𝗱𝗲 𝗰𝗮𝗯𝗶𝗻𝗮
Tener a mano un buen combo puede cambiar toda la experiencia:
Auriculares cómodos
Almohada de viaje
Manta liviana o chal
Antifaz y tapones para los oídos
Cargador portátil
Snacks propios (¡clave!)
Llevá todo en el bolso de mano. En un vuelo largo, ser práctico es vital.
𝟮. 𝗛𝗶𝗱𝗿𝗮𝘁𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻, 𝗵𝗶𝗱𝗿𝗮𝘁𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻, 𝗵𝗶𝗱𝗿𝗮𝘁𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻
La cabina del avión seca muchísimo. Tomá agua cada hora si podés. Evitá el alcohol y la cafeína en exceso, porque deshidratan más.
Tip: llevá una botellita vacía y rellenala después de pasar seguridad.
𝟯. 𝗥𝗼𝗽𝗮 𝗰𝗼́𝗺𝗼𝗱𝗮 (𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗽𝗿𝗲𝘀𝗲𝗻𝘁𝗮𝗯𝗹𝗲)
Nada peor que 12 horas con ropa apretada. Usá prendas sueltas, abrigo por capas (por el aire acondicionado) y calzado fácil de sacar. Llevá medias de compresión si tenés problemas de circulación.
𝟰. 𝗔𝗰𝗼𝗺𝗼𝗱𝗮́ 𝘁𝘂 𝗿𝗲𝗹𝗼𝗷 𝗶𝗻𝘁𝗲𝗿𝗻𝗼 𝗱𝗲𝘀𝗱𝗲 𝗲𝗹 𝘃𝘂𝗲𝗹𝗼
Si vas a cruzar varios husos horarios, empezá a adaptarte durante el vuelo:
dormí si allá es de noche, mantenete despierto si es de día.
Esto te ayuda a prevenir el jet lag.
𝟱. 𝗢𝗿𝗴𝗮𝗻𝗶𝘇𝗮́ 𝘁𝘂 𝗲𝗻𝘁𝗿𝗲𝘁𝗲𝗻𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼
No dependas solo del sistema del avión.
Cargá tu celu o tablet con:
Series o pelis offline
Podcasts
Música relajante
Juegos
Libros o audiolibros
𝗕𝗼𝗻𝘂𝘀: 𝘂𝘀𝗮́ 𝗮𝘂𝗿𝗶𝗰𝘂𝗹𝗮𝗿𝗲𝘀 𝗰𝗼𝗻 𝗰𝗮𝗻𝗰𝗲𝗹𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝗿𝘂𝗶𝗱𝗼 𝘀𝗶 𝘁𝗲𝗻𝗲́𝘀.
𝟲. 𝗠𝗼𝘃𝗲𝘁𝗲 𝗰𝗮𝗱𝗮 𝘁𝗮𝗻𝘁𝗼
Levantate, estirá piernas y espalda cada 2 horas. También podés hacer pequeños ejercicios circulatorios sentado.
Esto previene hinchazón y mejora la circulación.
𝟳. 𝗗𝗼𝗿𝗺𝗶𝗿 𝗲𝘀 𝘁𝘂 𝗺𝗲𝗷𝗼𝗿 𝗮𝗹𝗶𝗮𝗱𝗼
Acomodate, apagá pantallas, poné tu antifaz, bajá el respaldo (si se puede) y… a descansar. Si te cuesta dormir, los tapones o una app con ruido blanco pueden ayudar.