Viajar te abre la cabeza, el alma… y a veces también te desordena el reloj interno. Si alguna vez te sentiste agotado, desvelado o fuera de sincronía después de cruzar varios husos horarios, conocés el temido jet lag.
Pero no te preocupes: no es permanente y se puede minimizar. Acá te explicamos todo lo que necesitás saber para enfrentarlo y disfrutar tu destino desde el primer día.
¿Qué es el jet lag?
El jet lag es un desajuste temporal del reloj biológico que ocurre cuando viajás rápidamente entre zonas horarias. Tu cuerpo sigue funcionando como si estuviera en el horario de origen, aunque estés en otro lugar del mundo.
Síntomas comunes:
Cansancio extremo o somnolencia durante el día
Dificultad para dormir a la noche
Dolores de cabeza o malestar
Problemas digestivos
Sensación de estar “fuera de ritmo”
Tips para combatir el jet lag
- Ajustá tu reloj antes de viajar
Unos días antes, tratá de acostarte y levantarte más cerca del horario de destino.
- Durante el vuelo, empezá a adaptarte
Si llegás de noche, intentá dormir en el avión. Si llegás de día, mantenete despierto.
- Hidratate mucho y evitá alcohol o cafeína
El agua es tu mejor aliada. El alcohol y el café alteran más el sueño.
- Exponete a la luz natural
La luz solar ayuda a reprogramar tu reloj interno. Salí a caminar ni bien llegás, aunque estés cansado.
- No te duermas apenas llegás
Intentá aguantar hasta la noche local. Una siesta de 20-30 minutos está bien, pero no más.
- Comé liviano y movete un poco
Activá el cuerpo con caminatas y elegí comidas fáciles de digerir el primer día.